Desde principios de 2020 se han ido presentando distintas iniciativas desde las instituciones europeas, que se han implementado con el objetivo de transformar Europa en un continente más verde y sostenible. Hasta la fecha, estas se han ido abriendo paso entre los distintos sectores, como el automovilístico o el agrario, pero ¿alguna de estas medidas relativas a las emisiones y la responsabilidad medioambiental afectará a todas las empresas y sectores?
El pasado 14 de julio, la Comisión Europea lanzó Fit-for-55 un nuevo paquete en el que se incluyen nuevas medidas relativas a las emisiones climáticas de las empresas, con el objetivo de reducirlas en un 55% antes del año 2030. Junto con los cambios propuestos en el Pacto Verde Europeo, Fit-for-55 acercará aún más a la Unión Europea a su objetivo medioambiental a través de cambios notorios en elementos del día a día: variaciones en los procesos de producción, cambio a energías limpias o modificaciones en los actuales sistemas de calefacción o transporte. Asimismo, introducirá políticas estructuradas en doce disposiciones, interdependientes entre sí, que giran en torno a un mismo núcleo: el carbono, su precio y su reducción.
La Comisión, en la presentación del paquete anunció la introducción de un “precio europeo” para el carbono, cuya presencia se hará notable en las áreas de energía y transporte. Por un lado, con esta medida se pretende reducir los subsidios a los combustibles fósiles, así como aumentar el precio europeo del carbono en los sectores cubiertos por el esquema EU ETS -esquema europeo de precios para el carbono existente-. Por otro lado, estas medidas encarecerán todos los sectores en los que se quemen combustibles fósiles.
Para hacer frente a esta última preocupación, recurrente entre Estados miembros y empresas europeas, la Comisión propone un mecanismo de ajuste de frontera de carbono (CBAM), permitiendo así una protección sobre las empresas europeas frente a las extranjeras como resultado del coste extra que los importadores de productores intensivos de carbono tendrán que pagar para poder comercializarse dentro de la Unión Europea. Asimismo, esta competición por el mayor beneficio también se ha podido observar de manera interna en el bloque comunitario tras el anuncio de Fit-for-55, puesto que los jefes de Estado han buscado asegurar el mejor trato respecto el resto de países miembros.
Por otro lado, aunque en primer plano la Unión Europea debe hacer frente a las empresas y sus miembros, los ciudadanos también juegan un papel fundamental, creando así un rompecabezas tridimensional entorno a las nuevas medidas. El nuevo ETS, ya mencionado, que introducirá Fit-for-55 para la calefacción y el transporte, aumentará el precio de las facturas y de los productos importados como resultado del CBAM. No solo se observará un cambio en el precio de las facturas, sino que esta nueva estrategia tiene como objetivo el ahorro de energía a través del aislamiento para viviendas, así como la construcción de edificios neutrales para el clima con instalaciones más eficientes. Se espera que, para 2030, un 32,5% de las infraestructuras y viviendas cumplan con estos requisitos, en especial los edificios públicos, colegios, hospitales o viviendas sociales. Además, el sector público deberá renovar el 3% de sus edificios cada año para impulsar la ola de renovación, crear puestos de trabajo y reducir el uso de energía y los costes para el contribuyente.
Todas estas medidas y decisiones son el resultado de las consultas a la hoja de ruta lanzadas por la Comisión Europea el pasado 13 de noviembre de 2020, las cuales han permitido establecer las normas necesarias para limitar las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE. Hasta septiembre de 2021 todos los actores interesados tendrán la oportunidad de aportar su punto de vista, así como sus preocupaciones a la Comisión a través de las consultas públicas:
- Consulta sobre los objetivos nacionales de reducción de emisiones:
- Consulta sobre el uso de la tierra;
- Consulta sobre la actualización del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE;
- Consulta sobre la regulación del esfuerzo compartido.
Durante el último cuarto de 2021, se realizarán la Revisión de la Directiva sobre la eficiencia energética de los edificios (EPBD) y la Revisión del Tercer Paquete Energético para el gas (Directiva 2009/73/CE y Reglamento 715/2009/UE) para regular los mercados competitivos de gas descarbonizado, cerrando así todas las oportunidades para los actores interesados de aportar sus puntos de vista sobre las acciones relevantes del nuevo paquete Fit-for-55.
Por: Ana María Martín Elvira, desde ATREVIA Bruselas