…Si cuando llegásemos a cualquier lugar pudiéramos saber dónde se encuentra todo aquello que buscamos. Una de las cosas que más me parte en dos cuando -por ejemplo- voy a hacer compras, es no encontrar lo que voy buscando, el tener que echar más horas que un reloj buscando un producto en una tienda para descubrir que finalmente no lo tienen. Eso me disuade cada vez más de visitar las tiendas. Prefiero hacer la compra online y esperar a la llegada del correo que pasar una tarde dando vueltas por una tienda, o un centro comercial, o las instalaciones de una marca, viendo mucho de lo que no necesito y sin encontrar lo que ando buscando.
Esto es aún más molesto en las grandes cadenas comerciales donde uno –tenga, o no tenga intención de comprar- se siente acosado y se ve en la necesidad de explicarle al vendedor de turno eso de “gracias, solo estoy mirando”. En el otro extremo se encuentran los establecimientos donde el potencial comprador queda abandonado a la mano de Dios sin que haya nadie que le responda cuando necesita hacer una consulta. Y eso que las empresas ya cuentan con herramientas que les permiten saber en detalle cuáles son sus pasillos más visitados, cuáles son las horas en las que hay mayor afluencia de usuarios en sus tiendas, los productos más demandados, de manera que puedan asegurarse de que no se les rompa el stock…Todos estos sinsabores relacionados con la experiencia de compra pronto serán algo del pasado.
Benditas apps
Ya hay aplicaciones, nada intrusivas, que le ofrecen al usuario toda la información que necesita en cada caso. Para empezar, cuando entramos por primera vez a la gran superficie de un centro comercial no tenemos ni idea de dónde está nada. Ni las tiendas que nos interesan, ni los establecimientos dedicados al ocio, ya sean restaurantes, o lugares de esparcimiento como cines y boleras. No conocemos nada. Pero, ¿y si tuviéramos una app, que nos dijera dónde está el cine, en qué sitio está tal, o cual restaurante, incluso dónde están situadas las tiendas en las que queremos entrar? ¿Y qué tal si –además de decirnos dónde se encuentra todo- nos convirtiera el móvil en un mapa que nos lleva al lugar al que queremos ir por el camino más corto y nos aportase toda la información que necesitamos en cada momento?
Todo esto ya es posible. El límite para desplegar soluciones que nos hagan la vida más cómoda, ya sea en tiendas, estadios, jardines botánicos, o en centros hospitalarios está en la imaginación de quién requiere desplegar soluciones tecnológicas para que usuarios como usted y como yo disfrutemos al máximo de nuestra experiencia de compra toda vez que queramos y nuestro bolsillo lo permita.